jueves, 19 de marzo de 2009

Trabajo comunitario con los akha



Crónicas tailandesas (III)

Por lo que me cuentan mis compañeros, este campo de trabajo es bastante atípico. No existe un horario ni un plan de trabajo prefijado, así que se improvisa sobre la marcha y se priorizan las relaciones personales por encima de cualquier otra tarea. No obstante, para que no se diga, dejo constancia gráfica de diferentes actividades que hemos realizado ayudando a nuestros anfitriones, como cementar un suelo del centro de la organización, pelar tamarindos o cavar una terraza para su futuro cultivo por los akha.



A mitad de la primera semana del campo nos trasladamos a una pequeña aldea akha perdida en las montañas, al norte de Chiang Rai. Nos alojamos en casas particulares, en sencillas habitaciones de la típica casa akha, construcción de madera y bamboo levantada un metro por encima del suelo. Los akha son extremadamente hospitalarios. Atu nos dio el primer día una hoja con la traducción al akha y thai de algún vocabulario básico. UDUTAMA es la palabra clave, significa tanto hola, como adiós, buenos días o buenas noches. Durante estos días hemos compartido con los akha sus actividades cotidianas, como la pesca o las tareas agrícolas. Hemos reído con los niños, siempre tan felices. Hemos conversado con los jóvenes en un inglés rudimentario, hemos jugado un partidito de fútbol y hemos bebido con los mayores lo que ellos llaman “akha water”, un whisky local de arroz macerado durante unos días con unas plantas de la jungla que los akha valoran mucho.
Los akha son pobres según nuestros estándares materiales, pero muy ricos en filosofía de la vida, trato personal, experiencia vital, cultura y religión. Tienen problemas, como todo el mundo, pero muchos de ellos tienen su origen precisamente en el contacto con la cultura y religión occidental. Dejo para siguientes posts el detalle de esos asuntos. Eso sí, son amantes de la fiesta y las ceremonias, que tienen lugar bajo cualquier pretexto.



2 comentarios:

Joaquim dijo...

Udutama Javier!

Nos alegra saber de ti y entrever en tus líneas una sonrisa de buen rollo (bueno tb de paz espiritual y metafísica y todo eso).
Esta novela tuya por entregas nos tiene enganchados: esperábamos con ansia este sábado para leerte de nuevo (suena cursi, pero es cierto).
Y lo haremos también el próximo!
Cuidate.
Eva y Joaquim

Xavi dijo...

Gracias amigos. Anima un mont'on saber que el esfuerzo de escribir en teclados ajenos tiene su recompensa. Os echo de menos (para que veas que yo tambi'en puedo ser cursi, je, je).