miércoles, 19 de agosto de 2009
Desde Brisbane hacia el norte por la costa Este
Crónicas australes (VIII)
El fridge del Cluncker o sea, la nevera del cacharro, que hemos alquilado, dejó de quejarse pero la llevamos a revisar al taller de Brisbane de todas formas. La solución que nos dieron fue genial: apagarla cuando hiciera ruido. Aproveché para quejarme de las luces. Respuesta: "no conduzcáis de noche, podéis atropellar un canguro". Palmadita en el hombro y con un "enjoy your trip" nos despedimos con la mosca en la oreja de los ingeniosos mecánicos.
En compensación a este contratiempo en esta ciudad hemos pasado dos días mejor que en nuestra propia casa. Y no es broma. Contacté con una antigua compañera de la facultad de Físicas, Merche, que está viviendo aquí una temporada con su familia. Enseguida nos invitó a su casa durante el tiempo que hiciera falta. Su marido Lee es americano y lleva un año trabajando en Australia. Dice que las palabras favoritas de los australianos son "no drama" y "good". En efecto, nuestra experiencia con el fridge del Cluncker lo corrobora. Nuestra impresión es que, ante un problema, los locales desdramatizan y optan por la vía más relajada.
Nos hubiéramos quedado más con esta encantadora familia si no hubiera sido por las ganas de ver más cosas. Gracias, Merche, por todo, por la comodidad de vuestra preciosa y amplia casa, por la deliciosa fideuá que ahora añoramos tanto, y sobre todo por vuestra divertidísima compañía, Nino Bravo incluido. Recuerdos a Lee y besos a tus preciosas hijas.
Salimos de Brisbane y seguimos visitando los parques nacionales que salpican la costa de verde jungla. Nuestro cacharro, la Cluncker, no ha vuelto a dar problemas. Dormimos a veces en áreas de descanso a pie de autopista, otras junto a parques de las ciudades, en "caravan parks" o en los sitios de acampada de los parques nacionales. Sólo una vez hemos tenido un pequeño contratiempo. Eran las cuatro de la madrugada cuando una voz antipática y chillona nos despertó con unas palabras a duras penas inteligibles, "a fine of 150 dollars ... no camping here .... I'm waiting ...", acompañada de unos desagradables golpes en la puerta de la Cluncker. Pero el resto de los días el maravilloso cielo estrellado del sur ha protegido nuestros sueños.
En Noosa Heads vimos unas espectaculares piruetas de skysurfing.
En el Great Sandy NP, frente a la Fraser Island, nos topamos con una "pyton" en el camino y más adelante, con los primeros "goannas" o grandes lagartos.
Una gran extensión de Queensland, con centro en Mackay, está dedicada al cultivo de la caña de azúcar. Numerosos trenecillos cruzan las carreteras cargados en tiempos de cosecha, como es ahora.
En el parque nacional de Eungella contemplamos estos curiosos mamíferos nadadores, los ornitorrincos, aquí llamados "platypus".
Esta segunda parte del viaje se está convirtiendo en un viaje naturalista. No estamos acostumbrados a encontrarnos con un bestiario tan variado y diferente. A la que te vuelves tras oír el crujir de hojas secas en un paseo por el bosque, aparece el bicho más inesperado. La naturaleza aquí es tan exuberante que incluso desborda los límites de la ciudad.
Seguimos hacia el norte. Hasta la próxima !
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